Cisterna, C/ Almedíjar 1-3

Esta cisterna (o aljibe) es uno de los elementos arquitectónicos más importantes relacionados con el sistema hidráulico de Soneja, que tiene como fuente de suministro la acequia Madre
A partir de las catas arqueológicas que se practicaron en 2004 se estimó que fue construida a finales del s.XVII o, más probablemente, en el s.XVIII
Se trata de una edificación subterránea (situada bajo lo que ha sido hasta hace poco Matadero municipal) formada por dos naves abovedadas y comunicadas mediante cuatro arcos de 1,40 m de luz. En ella se almacenaba el agua proveniente de la acequia Madre, mediante un caño de entrada practicado en la pared frontal izquierda, mientras que las gentes recogían el agua almacenada que pasaba por una abertura (a modo de vaso comunicante o "bebedero de pájaro"), bajo uno de sus muros, bajando por una escalera de losas de piedra de rodeno hasta el lugar donde se encontraba la pila. Esta operación diaria la repitió la población hasta la década de los años 1950, cuando la red de agua corriente llegó a las viviendas
Según parece, el llenado de la Cisterna se producía, como en otras cisternas (p.e., la de Castellnovo), en la luna menguante del mes de enero
También era conducida a la Cisterna y aprovechada la nieve caída en las proximidades. Por otra parte, la nave izquierda posee una abertura cuadrada, de apenas 1 m2, que era utilizada para descender a su interior y proceder a la eliminación del fango acumulado. Así, la sensación que produce estar en su interior es de exceso de humedad, lo que se manifiesta con una extrema condensación en paredes y puerta
Durante los años 2005 y 2006 se ha procedido a su restauración, con objeto de destinar el inmueble a la vista por el público y a un uso didáctico como elemento fundamental del patrimonio etnológico local
La fábrica de sus dos naves es de mampostería con enlucido casi pétreo de mortero de cal, que le da una estanqueidad total aún conservado en buena parte de los muros
En sus bóvedas posee ladrillo bajo el mortero
Hasta el momento de su restauración, el acceso a la cisterna se encontraba muy estropeado, tanto en los escalones de rodeno como en la bóveda que cubre la parte inferior. Dicha bóveda poseía un arco de medio punto, de piedras de rodeno, que se desmoronó en los años 80 del s.XX. Ya en el interior parte del revoco y de los ladrillos del techo de la nave derecha también se habían desmoronado en los últimos años. En la actualidad, tras su restauración, ya no se observa ninguna de estas lesiones
Los escalones superiores originales fueron sepultados por hormigón, y en el muro que se encuentra frente a la antigua pila de llenado se practicó tiempo atrás un vano y se instaló una puerta para facilitar su acceso. También el caño que la llenaba fue inutilizado por su parte externa, para evitar su llenado
Todos estos cambios se han mantenido en la actualidad tras la restauración. Tanto el exterior como el interior ha sido iluminado para facilitar su accesibilidad, visita y uso didáctico
Su estado de conservación es bueno. Tan solo requiere un mantenimiento periódico

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