Alqueria de Pino Hermoso o de Borbotó

Dades de protecció de l'inmoble

Secció

Segona

Classificació

Béns immobles 2ª

Categoria

Espai etnològico d'interés local

Dades de Declaració

Tipus de Protecció

Declaración BRL en tramitación GVA (INFORMAT PATRIMONI)

Document urbanístic

Catálogo de bienes y espacios protegidos. Plan General Ordenación Urbana. Homologación. VALÈNCIA

Data Signatura Acte

24/11/14

Fitxa Planejament

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Tipus de Protecció

Declaración BRL GVA (APROVAT URBAN)

Document urbanístic

Catálogo de bienes y espacios protegidos. Plan General Ordenación Urbana. Homologación. VALÈNCIA

Data Signatura Acte

20/02/15

Data Publicació BOP

23/06/15

Casa patio. Fábrica: tapial y ladrillo. 2 plantas. Varios volúmenes entorno a un patio. Carpintería: madera. Cubierta: teja.
La alquería del Pí, en este caso de Pino Hermoso o de Borbotó, es una de las referencias culturales de nuestra arquitectura rural de origen medieval. El edificio, recientemente restaurado y al cual no hemos podido acceder, responde a un palacio rural de la primera parte del Quinientos y su esquema de ordenación espacial está próxima a la manera como se organiza el palacio rural urbano tardo medieval, muy lejano a los planteamientos que muy pocos años después, en la segunda mitad el siglo, se introducirán en la arquitectura valenciana, tanto rural como urbana.
La restauración realizada ha interpretado algunos elementos no existentes, como la posible torre, que en su día existió. De la cual no se tiene noticia, sólo los restos de unos muros que se sobreelevaban sobre el testero Oeste. El pozo ha desaparecido y los vanos de las ventanas han sido reintrepretados. Se ha dado carta de naturaleza a un cobertizo latera, un elemento impropio que oculta parte del volumen principal.

Procés

La descripción pormenorizada de Casas Torres, nos presenta la coherencia de la ordenación espacial, en el último momento de la vida de la alquería, de ahí el interés de la misma. Nos encontramos frente a una importante casa rural de la aristocracia valenciana del Quinientos. Una casa, cuya arquitectura nos remite a esquemas de casapatio, esquemas muy distintos a los que nos tiene acostumbrada la arquitectura rural de la época, con sus propuestas compactas, con sus esquemas de cuerpos estructurados en profundidad respecto a la fachada: "Tres kilómetros al Norte de la ciudad de Valencia, en término de Borboto, junto a la divisoria entre este pueblo y Burjassot, se encuentra la Alquería del Pí, nombre por que el comúnmente se la conoce, más porque tiene frente a su fachada un soberbio ejemplar, que porque su antiguo dueño fue el conde de Pino Hermoso. Orientada al Sureste, casi en el límite de la huerta, se abre mirando a la ciudad y la huerta, mientras detrás de ella deja a Godella, ceñida por la acequia de Moncada, ya en el secano. La fachada es lisa, de tapia, como todos los demás muros, pero cubierta por una capa de yeso sobre la que se trazaron unas líneas que la dividen en rectángulos a modo de sillares. Notable en ella es la gran puerta, asimétricamente situada (pues está más próxima al ala izquierda), de medio punto, con robustas dovelas, cuidadosamente encaladas, eso sí, sobre la que campea un escudo señorial, verdaderamente hermoso, tallado en alabastro, según Martínez Aloy del S. XVIII, "de faja escaqueada y acompañada de cuatro lobos pareados y afrentados (y)... casco de perfil sin corona". Las ventanas, aunque en escaso número, son todavía más interesantes que la puerta, pues se trata de ventanas lobuladas, aunque perdieron el parteluz, del mismo tipo de las que se encuentran en el Palacio de la Generalidad de Valencia y en el mismo Castillo de Burjassot. En número de tres, dos con postigos de la época la otra cegada con pared de ladrillos, decoran noblemente los altas de la fachada. Bajo de ellas, bastante cercana al suelo, hay otra grande, rectangular, en la parte derecha del edificio, que corresponde a aquella en que se obtuvieron dos pisos a costa de la altura de sus techos. Al Este de lo que propiamente constituye el edificio original se ha añadido, luego, una dependencia larga, de una sola planta, adosada al muro primitivo: son las pocilgas y establos. Y al Norte del mismo modo, han surgido al calor de la alquería dos casas labradoras del tipo de las que estudiaremos en el capítulo siguiente, que forman, ahora, en unión de sus corrales. un todo con ello. Frente al portal llama la atención un pozo de la misma época que la alquería, de brocal de piedra circular, con un hierro primorosamente trabajado que termina en forma de granada. El interior de la alquería mantiene probablemente su primitiva disposición. El ancho portal da acceso a un gran patio cubierto desde el que se llega a todas las dependencias de la casa, o bien por una elegante ojiva, al corral, pues tales funciones llena el resto del patio sin techumbre. Las vigas de entrada. abundantísimas, robustas y muy próximas, corroboran nuestro aserto anterior de que el pinar, que hoy ha quedado reducido a un pequeño parque en las inmediaciones de Godella, debió cubrir la superficie de la alquería cuando se levantó ésta, y de él se tomó la madera necesaria para su construcción. Estas vigas van pintadas de ocre y negro, con arreglo a un tipo de decorado que utiliza

Calendari

Ha sido una de las más importantes casas rurales del gótico civil valenciano. Su esquema, se estructura a partir de un patio que posibilita entorno a él, unos cuerpos sencillos, construidos con una sola crujía. Un esquema donde la articulación vertical se realiza por medio de una escalera que partiendo del cuerpo primero de construcción tras la entrada, sale al patio y por medio de un arco al tranquil, nos desembarca frente a la salas principales de la planta superior. Salas nobles que se definen como un gran espacio construido en el que abren grandes ventanales aljimezados sobre la fachada. Estos espacios relativamente ambiguos que albergarían dentro de ellos un mobiliario que apoyará las funciones propias y donde los estrados con doseles estarían presentes, a la manera como en las descripciones novelescas como en Lo Somni de Joan Joan, donde el caballero se escondía tras sus encuentros con la dama. Evidentemente la sala del dibujo es muy similar a la que podría definirse en su momento como sala principal de esta Alquería del Pí. Otro de los elementos básicos de esta arquitectura civil y que encontramos igualmente en ambos mundos rural y urbano, es la existencia de la entreplanta. Una sala importante, con acceso muy directo por la escalera principal. Con una puerta significada y donde encontramos una de las estancias mas interesantes, como podemos ver también en otros palacios civiles de la época, en Faura, por ejemplo, y también en toda la interesante arquitectura civil de esta época en la ciudad de Valencia. La puerta, con un importante arco de medio punto, construido con larguísimas dovelas, está dentro de la más pura tradición del gótico civil de la Corona de Aragón. Tras ella los arcos de silleria son apuntados, esbeltos, creando una gran diafanidad entre el espacio de acceso y el patio que se encuentra al fondo. Observamos en la composición volumétrica del edificio un cierto carácter aditivo, con cuerpos que parecen adosados, que se sobrepasan geométricamente en sus perímetros, donde la idea de unidad está ausente. Es interesante la valoración particular de la fachada principal. Se sitúa en ella la puerta principal, asimétrica respecto a la geometría del plano de fachada, significada por su preciosas y esbeltas dovelas. Junto a la puerta, y dentro de un cuerpo bajo, relativamente compacto, encontramos las ventanas de la sala de entreplanta. El cuerpo superior adquiere todo su esplendor con las grandes ventanas ajimezadas de la sala principal. La existencia de dobles ventanas en altura, pequeños huecos, quizás para la salida de humos, para ventilar andanas, etc., completan las composiciones de fachada. Constructivamente habría que destacar la importancia de los sistemas medievales de apoyo sobre los muros, por medio de vigas durmientes apoyadas en modillones, en ménsulas de piedra que salen del propio muro, sobre las que duerme una viga y sobre la cual, se apoya un artesonado que construye un forjado superior, o un plano de cierre del espacio interno. Extremos éstos que no tenemos noticia si se han conservado. Hay que resaltar la riqueza de los acabados de esta arquitectura señorial del Quinientos valenciano -según la fecha propuesta por Martinez Aloy-, no solo por la piedra labrada, sino por todos esos interiores tan trabajados, como demuestra la policromía con dibujos geométricos blancos y rojos, que hasta hace poco tiempo aún se podían percibir en la viguetería del vestíbulo de entrada, o también en los solados, con sardin

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