Alqueria Tronaes

El paisaje donde se inserta la alquería: El entorno está
marcado por la presencia de las grandes infraestructuras
metropolitanas que se sitúan en el borde del Nuevo cauce y
la autovía V-30. Un antiguo paisaje de huerta, hoy en ruina.
Descripción general: El gran volumen de la alquería es
una condición de esta arquitectura, junto con el carácter
compacto de la misma; carácter que queda algo aminorado
por la fenestración de la andana, abierta a los cuatro
vientos con sus tres niveles de huecos. La solidez y
estabilidad del edificio no deja en cualquier caso lugar a
dudas, como tampoco su voluntad de percibirse como un
gran artefacto, sin complejos, sin mimetismos, con valentía,
con esa condición de lo obvio y lo inmediato que tiene lo
rural.
Un porche de viguetería de madera sobre pilares
romboidales y con capiteles romos, proporciona un espacio
muy atractivo frente a la casa, a partir del cual, un pequeño
huerto de agrios con naranjos y limoneros, evoca lo que
quizás fue un huerto-jardín de la casa. La era, situada
lateralmente frente a la casa, define un plano austero y bien
construido de ladrillo plano y con bordes muy estrictos en
su geometría y resueltos en sardinel; plano ligeramente
elevado y separado de los terrenos de huerta.
Los ventanales amplios, a ras del suelo, que flanquean la
puerta principal, nos hablan de un diálogo mas risueño con
el exterior del que nos proporcionaban las alquerías del
Volant o la alquería del Pi en el Camí de Godella.
La arquitectura de la alquería: Se define como un edificio
de dos plantas en altura, dos crujías en profundidad, con
los muros de carga paralelos a fachada. Hay cinco vanos
en planta alta y dos niveles de huecos, y con un potente eje
de composición centrado en planta, adjetivado por el vano
central y por los arcos de medio punto en la fachadas
anterior y posterior, donde se sitúa las puertas de entrada a
la alquería y el paso al patio posterior. En el centro del
muro de carga central encontramos un arco escarciano, no
muy amplio, que nace desde una potente y volada
impostura, y como en muchos casos, aun con la argolla y la
corriola para pesar o para descargar las caballerías.
A pesar de la variación de propiedad y la subdivisión del
espacio, la alquería es perfectamente legible, tanto en sus
espacios de planta baja, como en la idea espacial de la
arquitectura. Se trata de una casa de dos crujías con muros
paralelos a fachada, de los cuales el central se transforma
en dos potentes y esbeltos machones en la planta alta,
definiendo así una línea de carga resuelta por grandes
vigas de madera que forman la cumbrera de cubierta. Los
aleros de madera, muy volados, han sido recientemente
mutilados, quedando el tejado enrasado a fachada. El arco del muro central es ligeramente rebajado, sin
impostación alguna. A ambos lados de la puerta
encontramos dos grandes ventanas de suelo a techo,
enrejadas en saledizo, con alfeizar de obra y revestido de
azulejería azul y blanca, con motivos dieciochescos, y
jambas pintadas de azul. La planta superior presenta seis
huecos con tres niveles en altura, de tamaño decreciente,
de manera que los mas altos, muy pequeños ya, quedaban
prácticamente siempre protegidos bajo el hoy inexistente
alero.
Las fábricas son de ladrillo con tendeles estrechos de unos
3,5-4 cm, construyendo los arcos de medio punto con el
mismo tipo de ladrillo, en este caso a sardinel, mientras
que los huecos rectangulares se construyen con arcos
planos de ladrillo. La viguetería de madera está trabajada
en su sección con molduras rectas, con una escuadría
mas reducida de dimensiones y con revoltones estrechos,
de unos 75 cm.
El solado interior de la alquería presenta la típica solución
de un eje dibujado en planta, con una línea central de
mortero de cemento, a ambos lados dos franjas de piedra
de respetable dimensión, 45 cm de ancho por 85 cm de
longitud, mas afuera otra franja de baldosa de piedra
artificial, para entregar a un solado de baldosa de arcilla de
formato medio. Las distintas dependencias que abren al
corredor, presentan un pequeño escalón de unos 15 cm,
sobre los que se levanta la carpintería de la puerta, de
madera de pino con dos hojas y cinco cuarterones muy sencillos