Panells Ceràmics Publicitaris de Philips
- IGPCV
- 46.250-9999-000498
- Denominació
- Panells Ceràmics Publicitaris de Philips
- Municipi
- VALÈNCIA
- Comarca
- VALÈNCIA
- Província
- València
- Data construcció
- Se estiman colocados entre 1957 y 1960
- Tipologia
- Panells ceràmics - Retaules ceràmics civils
- Autor
- Duccio Sanesi Bigagli
- Data
- 18/09/12
Los alicatados publicitarios de Philips están albergados y empotrados en la pared exterior del jardín del ex-convento de San José y Santa Teresa. El edificio religioso es declarado Bien de Relevancia Local y figura en la Sesión Segunda del Inventario General del Patrimonio Cultural Valenciano. Los murales cerámicos se encuentran en el tramo viario comprendido entre la desembocadura de Plaza de Portal Nuevo y el número 23 de calle de las Blanquerías164, 46003, Valencia. Fueron colocados para ser visibles a coches y peatones que transitaban por dicha vía. Al parecer su cronología es estimada entre 1957 y 1960.
Representan uno el logo de la empresa y el otro el popular eslogan ¿¡Mejores no hay!¿ acompañado por la reproducción de una bombilla y un tubo de neón. Fueron colocados cuando la firma holandesa empezaba su expansión en España, coincidiendo con la apertura de nuevas sucursales comerciales. La campaña, complementada por anuncios en prensa, se realizaba con el intento de captar la atención de los transeúntes, mediante anuncios llamativos y duraderos colocados en puntos clave de la viabilidad valenciana. A consecuencia de la suavización de las medidas autárquicas del régimen franquista se apreciaba un renovado dinamismo de la economía, que hacia esperar en unos años de crecimiento económico, un aumento del consumo, en mayor apertura social.
El colocar publicidad en espacio público es una solución comúnmente adoptada en países donde por costumbres sociales y razones climáticas se transcurre mucho tiempo el aire libre, ¿viviendo la calle¿. La empresa Philips contractó al agente de la publicitaria valenciana Jocary, delegando las tareas de reproducción y colocación de alicatados en lugares que gozaran de visibilidad, a lo largo de las arterias más traficadas de la Comunidad. Los murales se realizaron en varios ejemplares, y fueron encargados a diferentes empresas y artistas cerámicos. De los varios que existían, estos son los únicos supervivientes en el municipio de Valencia. El valor material y artístico de los alicatados deriva de la técnica con la cual fueron realizados. Mediante análisis visual de los mismos se puede apreciar el uso del tubat, técnica de decoración cerámica típica de los pueblos alfareros de Valencia, Manises en primer lugar. En la segunda mitad del siglo pasado, pocas empresas seguían realizando cerámica artística utilizando esta técnica, se trataba de una tradición viva dentro del tejido productivo, destinada en pocos años a quedarse como memoria. Aunque en el caso de Philips se crearon más ejemplares, los murales realizados en tubat siempre se deben considerar obras únicas: las líneas que caracterizan los perfiles se trazan a mano alzada, utilizando la guía de un estarcido que deja la huella de los dibujo sobre los azulejos. Determinando que no exista un ejemplar igual a otro.
La función comercial fue disminuyendo, y las otras publicidades colocadas en puntos visibles desde las carreteras públicas tuvieron finalmente cubrirse en 1988, según las disposiciones de la Ley de Carreteras 25/1988, de 29 de julio. Los alicatados presentes en áreas urbanas, cuya exposición requería el pago de impuestos cada vez más altos, y debido a una situación legal iba complicándose a causa del cambio de les disposiciones de protección de entornos históricos, fueron considerados obsoletos y de rentabilidad nula por los directivos holandeses de Philips, tomando la decisión de encubrirlos definitivamente, probablemente al finales de los ochenta. Según cuanto referido por fuentes directas ligadas a la empresa, la misma persona que fue encargada por la empresa de la limpieza y manutención de los azulejos, una sola que se recurría toda España, fue encargada luego de conservarlas escondidas bajo una capa de pintura.
La mayoría de estas publicidades ha ido desapareciendo poco a poco, generalmente por la demolición de los edificios que las albergaban, en un clima de olvido y desamparo legal. La empresa Philips no tiene actualmente ningún conocimiento de los ejemplares que quedan, y no planifica alguna acción futura de conservación.
Los ejemplares de Valencia han permanecido en las paredes del convento por más de cinco décadas, determinando su asimilación por parte del tejido urbano, interiorizadas como elemento constituyente el decorado de la ciudad. De notable impacto visivo, realizadas con un medio artístico, la cerámica, conservan su atractivo estético, fascinando a las diferentes generaciones de peatones que coincidan con ellas.
Las condiciones medioambientales como la luz solar, acción erosiva de los vientos predominantes y a la humedad atmosférica, no parecen perjudicar especialmente a las obras; prácticamente ausente la presencia de eflorescencias salinas. La caída de algunos azulejos, desprendimientos que afectan a la cubierta o al entero soporte cerámico y el arranque voluntario de nos cuantos, son los daños más graves sufridos por las dos obras: el mural con el logo de Philips es el que más pérdidas padece, mientras que el segundo no se releva la caída de ninguna baldosa.
Ambos carteles fueron cubiertos con una pintura mate color minio actualmente casi totalmente desprendida. Fue una persona encargada por la misma empresa, repitiendo varias veces la aplicación en las partes donde se encontraban el logo y el nombre de la marca. Este elemento destaca como exista un problema relativo a la propiedad y al latente valor comercial de las dos obras.
Gracias a la elevada resistencia de los esmaltes vidriados a los agentes químicos, la impermeabilidad de la cubierta y a la ausencia de poros superficiales, la polución, queda escasamente fijada a la superficie de los azulejos, acumulándose principalmente en las juntas y en las aéreas que hayan sufrido desprendimientos de los esmaltes superficiales, grietas y fracturas, manifestándose en una polverulencia negruzca parecida de hollín, escasamente adherida.
Las repetidas acciones vandálicas son la fuente principal de deterioro de la obra, que se manifiestan en formas muy variadas: la más evidente es la realización de un armario eléctrico empotrado en la pared que ha causado la remoción voluntaria de varias baldosas del mural con el logo de Philips. Se detecta la aplicación de clavos y sobretodo la difusa práctica de pegar anuncios, publicidades, pegatinas etc... Otro fenómeno muy difuso es la realización de grafiti: una vez más la porosidad casi nula del esmalte interviene limitando la absorción en profundidad de los tintes, simplificando las eventuales tareas de limpieza. Se detectan también varias pérdidas y roturas, sin perjudicar a la lectura de la obra.
Se observa como a lo largo de los años algunas fisuras se hayan sellado y de cómo se haya vuelto a poner mortero en las áreas marginales donde se había desprendido, morteros que aparentemente no han causado el aumento de sales solubles. Finalmente, se destacan las buenas condiciones en las que se encuentra el soporte que alberga las dos vallas realizado de ladrillos y piedra: la pared exterior del jardín del convento de San José y Santa Teresa. Los Morteros de cemento soportes de los azulejos, resultan adheridos y no se detectan notables eflorescencias de sales solubles. Solo en las partes más bajas de la pared se detecta alguna subida de humedad capilar, y algún brote de biodeterioro sin que estos afecten a las baldosas de los murales.
Procés
Las dos publicidades cerámicas Philips Mosaico de Baldosas Cerámicas, fueron realizados con azulejos de pasta roja cubiertos con esmaltes opacos: dado la falta de una firma se constata la imposibilidad de encontrar informaciones directas sobre la autoría. Cada uno de los murales estaba originariamente constituido por 520 baldosas cerámicas esmaltadas (la obra con el logo de Philips resulta espoliada de unos 15 azulejos), algunas policromadas, todas de 15 cm de lado por 0,8 cm de espesor. Las dimensiones originarias de cada cartel eran de 300 cm de base por 390 cm de alto, por una superficie unitaria de 11,70 metros cuadrados. Las dos obras se colocaron a la pared a la misma altura, a una distancia de circa 60 cm la una de la otra. Se puede reconocer el uso del tubat, decorado cerámico introducido en España por una empresa de Manises de principio de siglo XIX, utilizado en Bélgica e Inglaterra para las cerámicas de gusto modernista y Art Nouveau. Esta técnica consiste en el dibujar a mano alzada sobre azulejos mediante un hilo de arcilla en estado semi-liquido, colada a través de un pequeño tubo, extremidad de un objeto que se asemeja a una manga de pastelero realizada con secciones de cámara de bicicleta. Siguiendo la marca de un estarcido se delinean perfiles y marcos con un relieve inferior al milímetro donde se colocarán los esmaltes coloreados en estado liquido, evitando así que se mezclen entre ellos y utilizando tonos contrastantes y brillantes. Todo esto se realiza antes de la segunda cocción del biscocho junto a los esmaltes. Para realizar un trabajo de calidad se necesita notable soltura y habilidad manual, obteniendo finalmente resultados de grande impacto visivo. Se aprovecha al máximo de las calidades estéticas de la cerámica esmaltada que resultan ennoblecida por la presencia de elementos en relieve, que aumentan los efectos de brillo. Observando con atención los alicatados de Blanquerías se pueden reconocer aquellas imperfecciones propias de un producto del artesanado artístico, que los connotan como unicum, obras distintas de la perfección que caracteriza la cerámica en relieve obtenida por medios mecánicos. Centenares de carteles publicitarios de principio del siglo XX, verdaderas obras de arte, se realizaron con el tubat sobre azulejos de pasta blanca y con esmaltes transparentes y fue la época en la que el área valenciana demostró su indiscutible liderazgo en materia. Hablar del tubat en España era sinónimo de hablar de Manises. Tras la guerra civil fueron disminuyendo las empresas que ofrecían al publico productos realizados con entubado, aunque algunos documentos y obras fechadas confirman que seguía la producción en área valenciana. Además de los alicatados de Philips un ejemplo de obra realizada en tubat es el famoso mural de Nitrato de Chile, que se siguió colocando en áreas rurales hasta los años setenta. Los murales publicitarios tienen el valor de testigos históricos, fruto de la tradición artesanal que caracterizaba el mundo de la cerámica valenciana hace unas décadas, que abarcando muchos aspectos de la vida cotidiana, representaba la identidad cultural de enteras poblaciones cercanas a la capital. Las publicidades de Philips de Blanquerias representan un elemento de contacto entre las antiguas costumbres alfareras y la nueva dimensión de la economía de mercado que movía sus primeros pasos en España. La última que queda en la ciudad de Valencia. El valor etnológico de los alicatados reside en l
La geolocalització dels elements està en procés de revisió.