Ermita y Calvario
En las afueras del municipio se encuentra este Calvario. Se caracteriza por encontrarse en una zona llana al igual que el de Torreblanca.
Se construyó a mediados del siglo XVIII, iniciándose las obras en 1755 y terminándose en 1771. Las obras fueron dirigidas por el maestro local Jaime Doñate.
Se trata de un recinto rectangular con una arboleda en el que se encuentran las estaciones y la ermita.
El acceso se realiza mediante la puerta de San Miguel. Se trata de una portada con arco de medio punto en el intradós, mientras que tiene un perfil mixtilíneo rematado por una pequeña hornacina en la parte exterior. Está realizada con fábrica de ladrillo y mampostería.
Las distintas Estaciones son de planta rectangular sobre un pedestal, divididas en dos cuerpos encontrándose en el segundo un vano donde aparecen los temas religiosos plasmados en azulejería. Están cubiertos a cuatro vertientes con teja azul.
La ermita es de planta poligonal cubierta con una cúpula sobre un tambor horadado por ventanales rectangulares. Al interior es de planta centralizada con pinturas murales y una recargada decoración rococó en las molduraciones. La iluminación interior es a través de los ventanales situados en el tambor. La fábrica es de mampostería, combinada con ladrillo, y pequeños sillares en las esquinas.
Al exterior, la fachada es sencilla con una portada adintelada sobre la que se encuentra una imagen en un óvalo en medio relieve. El remate de la fachada es mixtilíneo con una pequeña espadaña en la parte central realizada en ladrillo.
La imagen actual del Calvario vine dada por la intervención llevada acabo en 1982 en la que construyó una valla que cierra el conjunto. También se procedió a la restauración de la ermita, las estaciones, y la puerta de San Miguel. Se llevó a cabo la adecuación del conjunto según las nuevas necesidades de iluminación, uso (con la construcción de unos porches) y saneamiento.
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