Torre del Molino
Sus orígenes son muy inciertos y se esboza la hipótesis de que sus cimientos son romanos, correspondiendo a un asentamiento de esa época en ese mismo espacio físico. Pudo ser utilizada por los mismos pues un ramal de la Vía Augusta pasaba muy cerca de la torre, dando así un rodeo para salvar las cuestas del Ragudo.
El nombre popular que se le otorga de Torre de Aníbal se debe a una leyenda que cuenta que este permaneció por estas tierras por espacio de dos años mientras preparaba el ataque y destrucción de Sagunto.
Fue utilizada en el periodo de dominación musulmana y en los primeros tiempos de la reconquista cristiana. Fue, en esta época, una torre defensiva vinculada a la frontera del castillo de Jérica.
Se encuentra a unos 500 metros al noroeste de la población, rodeada de pinares y campos de cultivo, en lo alto de una elevación que domina la misma y el valle cercano. Desde la misma se divisa la Vía Caesar Augusta que, arrancando de Sagunto, conducía a Zaragoza.
Se esboza la hipótesis de que estuviera en comunicación con una posible torre ubicada, en San Roque de Viver.
Antonio Chabret en su obra "Vías romanas de la Provincia de Castellón" sigue la opinión de Plinio, Hircio y Livio que denominaban a este tipo de torres "Turris Hannibalis", construidas en los altozanos como atalayas de vigilancia contra los ladrones o contra las incursiones de los ejércitos enemigos, las cuales se comunicaban con otras semejantes. El historiador Cortés, indica la presencia de cuatro de ellas en tierras castellonenses, junto a la Vía Caesar Augusta, aunque sin especificar ubicación alguna sobre las mismas.
De forma troncocónica, cubierta por una cúpula revestida de tejas rojizas, aunque originalmente fue una cubierta plana y almenada. El interior está estructurado en tres alturas. La planta baja fue utilizada como aljibe.
El material empleado es un conglomerado de piedra y cal que une los bloques de piedras regulares.
En la torre han sido hallados enterramientos y monedas. Los aspectos ornamentales no se conservan. En la fachada se observa una hornacina que pudo corresponder a una ventana.
Posiblemente el hueco de acceso a la torre no corresponde a la entrada original que debió efectuarse por un hueco abierto a mayor altura y que hoy se encuentra cegado. Fue restaurada en 1993 por la Escuela Taller de Altura. (C.Pérez-Olagüe)
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