Ermita de San Jaime de Fadrell
- IGPCV
- 12.040-9999-000024
- Denominación
- Ermita de San Jaime de Fadrell
- Otra denominación
- Museo Municipal de Etnología
- Municipio
- CASTELLÓ DE LA PLANA
- Comarca
- LA PLANA ALTA
- Provincia
- CASTELLÓN
- Localización
- Camino Caminás
- Época
- S.XIV; S.XVII; S.XVIII
- Uso primitivo
- Religioso
- Uso actual
- Religioso
- Fecha transformaciones
- 1696 (transformación) 1704 (transformación) 1983 (restauración)
- Estilo
- Barroco
- Tipología
- Edificios - Edificios religiosos - Iglesias - Ermitas
Castellón cuenta con una rica tradición hortelana, vinculada a
los campos de cultivo que rodean la ciudad. En estas partidas
rurales de Castellón, existe una tupida red de ermitas, muestra
de la devoción popular. Muchas de ellas están vinculadas al histórico
Caminàs, vía de comunicación paralela al Mediterráneo
que ya existía en época ibera, y servía de frontera entre las tierras
cultivables y las tierras pantanosas cercanas al mar. En sus alrededores,
surgieron los primeros núcleos habitados del término
municipal, en forma de alquerías musulmanas, y, con el tiempo,
una serie de ermitas rurales.
En 1178 se documenta la primera noticia sobre población en el
lugar donde se sitúa la ermita de Sant Jaume, cuando el rey Alfonso
II concede el ¿castrum et villla de Khadrell¿ al obispo de
Tortosa Pons de Munelles. Se trata de la vieja Alquería de Fadrell,
un espacio que había sido habitado previamente por los
romanos, y que se convierte en un relevante núcleo agrícola en
época musulmana. Después de la conquista del Castell Vell de
la Magdalena, en 1233, Jaume I entrega la alquería y sus campos
a la Orden de Calatrava, y posteriormente a la Orden de
Santiago.
La primitiva iglesia de Fadrell se levanta en esta primera etapa,
vinculada al patrón y principal devoción de la orden, Santiago,
con un cementerio anexo que aún existe. Este primer edificio
corresponde al actual Salón Gótico, cuerpo central del edificio,
presidido desde 1545 por el retablo gótico realizado por Pere
Pertús, el único de sus características y época conservado in situ
en toda la ciudad.
Durante el siglo XVI se abandona el culto en el Salón Gótico, y
el maestro Lorenzo Pellicer inicia la construcción de la nueva ermita,
en un recinto totalmente amurallado y fortificado, con una
torre cuadrada, que todavía está en pie en el patio de la ermita,
aunque muy reformada.
En 1696 se llevan a cabo intensas obras de transformación, por
parte del maestro Ignacio Vilallave, que construye el actual pórtico
y la nueva planta, que da acceso claro desde el Caminàs
al recinto, así como nuevas cubiertas para los edificios. En 1704
Miquel Queralt la reforma de nuevo, dejándola en su estado actual,
y encargándose las pinturas decorativas de la bóveda y el
retablo tardobarroco que se conserva en el mismo lugar. Nuevas
reformas se llevan a cabo en 1925, y de nuevo en 1983, cuando
Francisco Segarra y Ramón Rodríguez Culebras la convierten en
Museo Municipal de Etnología.
La ermita de Sant Jaume de Fadrell se configura actualmente
como un templo de una nave sin capillas, con arcos de medio
punto que arrancan de pilastras dóricas, con friso de triglifos y
metopas. Se cubre con bóveda de arista separada por arcos
perpiaños, muy decorada con rameados y rocalla. La puerta
principal, en el lado del evangelio, es de medio punto, protegida
por un pórtico de madera en declive.
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