Recinto Amurallado de Cabanes
- IGPCV
- 12.033-9999-000001
- Denominación
- Recinto Amurallado de Cabanes
- Municipio
- CABANES
- Comarca
- LA PLANA ALTA
- Provincia
- CASTELLÓN
- Uso primitivo
- Defensivo
- Tipología
- Edificios - Edificios militares - Murallas
El término municipal de Cabanes ha sido ocupado desde la antigüedad, encontrándose poblamientos desde el neolítico.
La población de Cabanes dependía del castillo de Miravet. Éste fue conquistado por el Cid en 1090 y perteneció a los dominios aragoneses de Pedro I hasta el año 1103. La eficaz ayuda que don Poncio de Torrellas, Obispo de Tortosa, prestó a Jaime I el Conquistador para la reconquista de Valencia a los musulmanes, motivó que el monarca le diese el castillo de Miravet el 24 de abril de 1225 para cuando se conquistase, que fue en el año 1233.
El castillo fue cabeza de una gran demarcación territorial hoy repartida entre los municipios de Benlloch, Cabanes y Torreblanca. A principios del siglo XV, consta que Miravet tenía 15 fuegos, y sus vecinos, Cabanes 200 y Benlloch 100. Fue abandonado a principios del siglo XVI, teniendo que ser anexionado junto con el castillo de Albalat a Cabanes.
Cabanes ha tenido siempre una gran actividad comercial, el rey Jaime I le concedió en 1260 un día de mercado semanal para todos los miércoles del año y, posteriormente, la reina Germana de Foix, segunda esposas de Fernando el Católico, las actuales ferias de San Andrés y del Retorn en el año 1507 con el fin de que se beneficiasen todos los pueblos de la comarca.
Su censo de población a través de la historia fue el siguiente:
Siglo XIII.- En 1243 se da a poblar a 6 familias para que la puedan habitar 80 pobladores.
Siglo XV.- Al comienzo del siglo tenía 200 fuegos.
Siglo XVI.- En 1520 había 194 familias de cristianos viejos y en 1565 tenía 181.
Siglo XVII.- En 1610 había 200 vecinos y 500 habitantes. En 1646, 160 vecinos y 450 habitantes.
Cabanes se encuentra enclavada dentro de la comarca de La Plana Alta a unos trescientos metros de altitud.
La población ocupa una colina de 294 metros de altitud que domina el Pla de l¿Arc y, corriendo a sus pies, el barranco de Ravajol, afluente de la Rambla de la Viuda. Sus calles, como todas las poblaciones antiguas, son sinuosas las del casco antiguo y más anchas, rectas y llanas las del ensanche.
Destaca el edificio del Ayuntamiento, con ventanales góticos trilobulados, en cuya planta baja estála cárcel y la famosa arcada o porche que fue llotgeta del mustaçaf, construido todo ello en el siglo XV. Junto a él, en la misma plaza de la Iglesia y primitivo centro de la población, está un antiguo palacio señorial con inscripción pétrea de 1574.
El primitivo núcleo de población estuvo formado por las manzanas comprendidas entre las calles Carmen, Del Rosario y de San Antonio, el cual se amplió en el siglo XIV con las edificaciones situadas entre las calles San Mateo hasta la del Mar y la de San Vicente. En el siglo XV se procedió a ampliar las antiguas murallas. La villa estuvo amurallada hasta el año 1857, siendo sus portales los del Mar, San Mateo, San Vicente, San Antonio y del Sitjar, de los cuales todavía perdura el último. En los restos de la puerta de San José destacan sillares extraídos del arco romano próximo.
Se conservan también dos torres con restos e matacanes redondos en la esquina, una de ellas extramuros.
El recinto se encuentra prácticamente en su totalidad confundido con el caserío de la población, destacando únicamente la puerta del Sitjar, los restos de la puerta de San José y las torres con sus matacanes. (C.Pérez-Olagüe)
Fotos
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