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Recinto amurallado de Riba-roja de Túria

IGPCV
46.214-9999-000005
Denominació
Recinto amurallado de Riba-roja de Túria
Altra denominació
La Torre
Municipi
RIBA-ROJA DE TÚRIA
Comarca
EL CAMP DE TÚRIA
Província
València
Localització
En el casco urbano
Ús primitiu
Defensiu
Estil
Arquitectura medieval
Tipologia
Edificis - Edificis militars - Muralles
Dades de protecció de l'inmoble
Secció
Primera
Classificació
Béns immobles 1ª
Categoria
Monument
Dades de Declaració
Tipus de Protecció
Declaración BIC genèrica GVA
Data Signatura Acte
11/06/98
Data Publicació DOGV
18/06/98 Vore DOGV
Data Publicació BOE
22/06/98 Vore BOE
Dades d' Inscripció
Tipus de Protecció
Inscripción definitiva BIC Ministerio
Data Signatura Acte
20/10/05
N° Inscripció Ministeri
R-I-51-0011531

El actual término municipal de Riba-roja estuvo en tiempos de la colonización romana intensamente ocupado por el hombre, dada su singular situación junto al río Turia y entre dos zonas de gran importancia demográfica: la colonia romana de Valentia (Valencia) y Edeta (Lliria).
La existencia en el término municipal de ¿Vilas Rústicas¿, unidades romanas de explotación agrícola de tamaño familiar (más tarde reutilizadas como alquerías o masías autosuficientes), y de importantes fragmentos de tres acueductos que permitían regar con aguas del Turia un vasto territorio que llegaba hasta las huertas próximas a Valencia, refuerza la hipótesis de que en esta zona no existían núcleos importantes de población, sino asentamientos muy diseminados, dedicados al cultivo de la trilogía mediterránea (vino, aceite y grano) que en gran medida eran embarcados en el puerto de Valencia con destino a la capital del Imperio.
La presencia de restos importantes de un recinto amurallado, que algunos historiadores atribuyen a este período, refuerza la creencia de que el asentamiento urbano de ¿Riparubea¿ (Ribera Roja) en un promontorio junto al Turia y los barrancos de Los Moros y Las Monjas tendría un marcado carácter militar, estratégico (dos de los tres acueductos atravesaban el recinto romano) y de control sobre un amplísimo territorio cultivado. Sería éste un asentamiento amurallado mínimo, desarrollado a ambos lados del final del antiguo camino de ¿les Animes¿, hoy calle de la Cisterna.
Del periodo del Bajo Imperio y la transición visigótica anterior a la islamización se encuentra el hallazgo en 1970 en el Pla de Nadal de lo que algunos consideran ¿ la pieza arquitectónica más importante de la península Ibérica en el tránsito del siglo VII al siglo VIII¿, un edificio de considerables dimensiones y de gran monumentalidad (posiblemente los restos de un gran palacio o de una basílica) podrían indicar la existencia, en algún lugar del término, de un importante núcleo de población.
La presencia musulmana en tierras de Riba-roja (s.VIII-XIII, la Beni-Panoha) dependiente del Waliato de Lliria, está datada desde los inicios de este período, como lo demuestran las investigaciones arqueológicas en el Pla de Nadal que aseguran el abandono, incendio y destrucción del palacio-basílica visigoda hacia 779. Desaparecidos los restos de la aristocracia visigoda, los nuevos pobladores se asentarían en las pequeñas villas-alquería.
Al mismo tiempo el antiguo asentamiento militar romano es transformado en un poblamiento rural que gracias a su singular emplazamiento podría dominar una amplia zona agrícola junto a las riberas del Turia. La enorme inestabilidad política de este período haría necesario el mantenimiento de sus defensas en perfectas condiciones y por ello se reedificaron y ampliaron las murallas romanas y se construyó en un extremo del recinto, aprovechando para ello restos de basamentos romanos. El castillo sería en adelante la residencia del representante de las autoridades valencianas que se encargaría, entre otras cosas, del cobro de los impuestos. El asentamiento se consolidó con la construcción de una pequeña mezquita y de un cementerio extramuros.
La rendición de Riba-Roja a Jaime I, ¿sin efusión de sangre¿, en 1238 hizo que ésta pasase a formar parte del señorío territorial de su hijo Pedro Fernández de Azagra quien de forma inmediata designaría sus representantes, agentes militares y fiscales que estarían al frente de la explotación de sus tierras, mantendrían el orden y percibirían los impuestos.
El incremento poblacional fue mínimo, así pues el recinto urbano pudo mantenerse intacto en torno a la actual calle de la Cisterna, con la mezquita en un extremo y la ¿residencia señorial¿ (antiguo castillo habitado ahora por el representante del Señor), en el otro.
Tras los conflictos acaecidos en 1348 entre los unionistas valencianos y los realistas en los que aquellos mataron al Baile y a los jurados, el nuevo Señor de la villa Ramón de Riusech y Moraida, apoyándose en las buenas relaciones que mantenía con el rey, del que había sido mayordomo y al que había prestado múltiples y buenos servicios, es más que probable que decidiese la ampliación y consolidación del recinto amurallado, aumentando su capacidad defensiva.
Durante los s. XIV y XV comienza a consolidarse la nueva trama urbana con la construcción de viviendas en las inmediaciones del viejo núcleo, conformando un nuevo recinto amurallado.
La armoniosa convivencia entre musulmanes y cristianos fue deteriorándose progresivamente a lo largo de todo el s. XVI: la revuelta ¿agermanada¿, los edictos sucesivos de la Coronas de Castilla y Aragón en los que se conminaba a los mudéjares a bautizarse y abandonar su lengua y trajes, la acción de la inquisición etc. En Riba-Roja los vecinos mudéjares contaron con la protección de los sucesivos Señores y en particular de Sancho Cardona Ruiz de Lihori, al cual la Inquisición abrió proceso por negarse a la conversión de sus súbditos. Pese a todo se produjo la expulsión de 1609 con lo que la villa se convirtió en un espacio urbano prácticamente deshabitado.
El municipio de Riba-Roja pertenece a la comarca del Camp de Túria, emplazándose su población en una ladera entre el río Turia al norte, el barranco de los Moros al este y el barranco de las Monjas al oeste. Se encuentra junto a la carretera denominada de Quart a Domeño. Su casco histórico se encontraba rodeado por tierras de cultivo tanto de secano como de regadío, en la actualidad la zona agrícola ha dado paso a nuevas urbanizaciones.
El recinto amurallado, que se levantó junto al recinto del primitivo castillo, se encuentra hoy confundido con el caserío existente, aunque conserva tramos perfectamente visibles, como el que discurre en paralelo a la calle del Mercat y el perpendicular a éste situado junto a la plaza de la Torre y la calle Del Muro. En el encuentro entre estos dos tramos se conserva una torre en lamentable estado de abandono.
En las obras recientes acometidas en el edificio del Ayuntamiento y en la calle Corazón de Jesús nº 14 se han descubierto dos tramos del foso que rodeaba el recinto.
Del estudio de la parcelación se deduce la existencia de un pequeño recinto amurallado inicial alrededor de la plaza de la Torre y su posterior ampliación con sus dos entradas en la calle Reloj Viejo y en la calle Doctor Cerveró (antiguamente llamada calle del Portal viejo). También se presume la existencia de otro recinto amurallado entre el río Turia, el recinto del castillo y el objeto de este informe, destinado, tal como indica el nombre de calle Carnicería, a oficios desempeñados por pobladores cristianos. (C.Pérez-Olagüe. Basado en el estudio previo de Vetges Tu i Mediterrània. S.L. Arquitectes. Conselleria de Cultura, Educación y Ciencia 1999)

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