Núcleo primitivo de Benifaraig

Como su topónimo indica, el pueblo de Benifaraig fue en su origen una alquería islámica fundada entre 1092 y 1102. Según Alcover, el nombre de este núcleo proviene de dos palabras árabes beni que quiere decir hijo y faraig de no tan claro origen. Según Alcovert, esta palabra podría responder a la expresión árabe harag que cuenta con dos posibles traducciones, prohibición o cólera y encanto. Sea una u otra aquello que queda fehacientemente demostrado es el origen árabe de este núcleo de población.
Por su parte Escolano, recoge otro origen al topónimo Benifaraig. Para este autor del siglo XVI, el topónimo proviene del nombre del alguacil mayor del rey moro de València en tiempos del Cid, Iaia. Dicho alguacil tenía por nombre Abenalfarache y era del linaje de los Alobares, que venían de Marruecos, concretamente del aduar Uled Farache.
Benifaraig está situado en el extremo Norte del término municipal de Valencia, a cinco kilómetros de Valencia. Linda por el Norte con los términos de Alfara del Patriarca y Montcada, de forma que la separación entre estos viene a coincidir con la calle Ferrer i Bigne. Fue una alquería musulmana conquistada por las tropas del rey Jaume I y donada al caballero Ximen Pérez de Arenós en el año 1241. En diez años Ximen Pérez de Arenós cedió esta real donación junto al lugar de Massarrojos a los caballeros de la orden del Temple a la que perteneció hasta que tras su posterior extinción pasaran a la recién creada orden de Montesa. Benifaraig pasó a manos de la corona cuando el rey Felipe II se hizo nombrar comendador superior de todas las órdenes militares españolas.
Tras pasar por diferentes dueños, el 18 de agosto de 1900 el pequeño núcleo de Benifaraig, de apenas 50 casas y más de cuarenta barracas fue anexionado a València. por orden gubernativa de la Excma. Diputación Provincial . La Iglesia, dedicada a Santa María Magdalena, fue edificada en 1636. Se conserva la casa señorial que fue de los Ferragud, Pallares, Alegret y Perelló; apellidos que figuran en el escudo de la fachada.

Remontándonos a la Cartografía Histórica de la ciudad de Valencia, en un Plano de la Ciudad de la Sociedad Económica de amigos del País de 1821 se reconoce el asentamiento de Benifaraig manteniéndose la morfología en el posterior Plano Topográfico de la ciudad de Valencia de 1882.
Pese a la potente evolución demográfica y constructiva a la que se han visto sometidos la totalidad de núcleos urbanos del área metropolitana de Valencia como consecuencia de los procesos migratorios que tienen su origen en la década de los sesenta, el desarrollo urbano de Benifaraig es relativamente contenido y en ningún momento alcanza el carácter de barrio dormitorio propio de las zonas sometidas a fuertes procesos de transformación urbana y social. A ello contribuye que buena parte del desarrollo urbano haya tomado como referente tipológico la vivienda agrícola tradicional.
“El Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de Alicante, Castellón y Valencia” de 1982 describe “El TERRENO es todo huerta de muy buena calidad, la cual se riega con la acequia de Moncada y está plantada de moreras”



El núcleo urbano de Benifaraig se configura, al igual que ocurre con todos los asentamientos que tienen un origen agrícola, a partir de la red de caminos preexistente. Ello explica su estructura en forma ce cruz, cuyos brazos coincidirían con el Camí de Montcada que se desarrolla en sentido N-S y con el camino resultante de la confluencia del Camí Fondo y del Camí de Barraques de Castelló en sentido E-W. EL primero de ellos se convierte en la calle Ferrer i Bigne y el segundo en la calle Santísima Cruz, lo que explica que históricamente el desarrollo de Benifaraig fuera sensiblemente lineal apoyándose en el Camí de Montcada a su paso por la población. El eje transversal se ha ido consolidando en épocas más recientes a lo largo del Camino por el que se accede a las Barracas de Castelló y se conecta con el Camí Fondo que es utilizado como acceso sur a Moncada. En el extremo W de la calle Santísima Cruz y frente a las antiguas escuelas se halla una de las cruces de término como ocurre en otros puntos limítrofes del borde municipal de Valencia. Completan la trama viaria de Benifaraig la calle Losa del Obispo y la calle la Eliana que discurren
sensiblemente paralelas a Ferrer i Bigne; la primera hacia el Este y la segunda hacia el Oeste. De menor entidad es el eje formado por las calles Claveles-Cura Aguilar que tiene su prolongación en el Camí de la Tanca que, al igual que ocurre con el Camí Alquería de Chilet y con la calle Venta del Moro en relación con el Camí del Barranc y el Camí de les Escoles, respectivamente ha visto interrumpida su continuidad por la construcción de la variante VP-6023.
La edificación en el área es, principalmente, la casa unifamiliar de arquitectura tradicional agrícola que ha sufrido ciertas transformaciones a lo largo del tiempo. La tipología predominante la constituye un cuerpo principal de dos alturas entre medianeras, al que se le adosa un pequeño volumen de una altura, en la parte trasera, con acceso al patio abierto que se cierra por un cuerpo equivalente, dando así límite final a la parcela. El patio puede ser de mayor o menor dimensión según la funcionalidad interna y la superficie construida que generalmente son dos crujías para la parte anterior, y sumando una profundidad edificada total de 14 metros, con el anexo.
El sistema constructivo de estas casas es, en muchas ocasiones, de estructura de muros de carga de ladrillo con viguería de madera y cubierta inclinada a dos aguas de teja, con pendientes a la calle y parte posterior. El alero es pequeño, en general, a excepción de casos muy puntuales que la estructura de madera sobresale del paño de fachada para sostenerlo. Hay ocasiones que en vez del alero, se remata con antepecho de celosía entre machones de ladrillo.
La composición de huecos verticales se produce, unas veces a partir de un eje de simetría, otras como reflejo de la distribución asimétrica interior. En las casas más tardías, aparecen los balcones en la planta superior, con protección de forja que posteriormente será de fundición. El acabado exterior de la fachada o bien se enluce y pinta, o bien, es de ladrillo visto sin junta con recercados del mismo material.
Dentro del espacio urbano hay que destacar la iglesia de Santa María Magdalena de 1636 situada en el único ángulo de la plaza, de la que destaca el campanario como construcción de planta cuadrada que se eleva sobre la altura de cornisa de la nave.