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Refugio C/ Ruaya

IGPCV
46.250-9999-000045
Denominació
Refugio C/ Ruaya
Municipi
VALÈNCIA
Comarca
VALÈNCIA
Província
València
Localització
Calle Ruaya, frente Calle Pepita
Època
Guerra Civil Española
Data construcció
1937-1938
Tipologia
Edificis - Edificis dotacionals - Edificis de seguritat - Refugis de guerra
Dades de protecció de l'inmoble
Secció
Segona
Classificació
Béns immobles 2ª
Categoria
Lloc històric d'interés local
Dades de Declaració
Tipus de Protecció
Declaración BRL en tramitación GVA (INFORMAT PATRIMONI)
Document urbanístic
Catálogo de bienes y espacios protegidos. Plan General Ordenación Urbana. Homologación. VALÈNCIA
Data Signatura Acte
24/11/14
Fitxa Planejament
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Tipus de Protecció
Declaración BRL GVA (APROVAT URBAN)
Document urbanístic
Catálogo de bienes y espacios protegidos. Plan General Ordenación Urbana. Homologación. VALÈNCIA
Data Signatura Acte
20/02/15
Data Publicació BOP
23/06/15

El período bélico que supuso la Guerra Civil española planteó la necesidad de dar protección a la población civil de la ciudad de Valencia. Para ello se va a primar la construcción de refugios antiaéreos localizados tanto en centros públicos, fundamentalmente colegios, como en edificios particulares.

El refugio de la Calle Ruaya presenta dos accesos, uno situado en el lado norte y otro al sur, dispuestos de manera simétrica. Se accede al mismo a través de una escalera (sólo se ha podido documentar bien la del acceso meridional) que tiene un ancho de 120 cm. con un primer tramo compuesto por 10 escalones realizados con ladrillo, de 120 cm. de longitud por 34 cm. de ancho y una contrahuella de 18 cm. cada escalón presenta una cantonera de hierro de unos 6 cm. de ancho. Este primer tramo de escalera termina en un rellano cuadrangular a partir del cual discurre un nuevo tramo compuesto por otros 10 escalones, perpendiculares al tramo anterior. Al final de la escalera hay un pequeño rellano de forma rectangular y en el interior se aprecian diferentes estancias. La parte central está dividida en tres naves dispuestas longitudinalmente en sentido norte-sur. Las tres presentan las mismas dimensiones y la misma distribución. La cubierta es de bóveda de ladrillos, al igual que las paredes, con un recubrimiento de hormigón, donde se aprecian sucesivas capas de pintura. En cada nave hay bancos corridos en todo su perímetro. Por el norte se accede a otra estancia también de planta rectangular pero esta vez orientada en sentido este-oeste. Esta habitación presenta un banco perimetral en todos sus lados, abriéndose a una estancia auxiliar en su extremo este, también con banco corrido.
La estancia principal tiene una cenefa decorativa, con motivos florales en tonos azules a una altura media, junto a un dibujo de un personaje de dibujos infantil (Micki Mouse), en la parte superior de la misma. También se repite este motivo en cada una de las paredes de la habitación. Este motivo infantil está realizado con una plantilla pintado en tonos azules. Además de estas estancias, el refugio presenta en su parte norte, otra habitación de pequeñas dimensiones en cuyas paredes se pueden apreciar restos de un alicatado de color blanco y que debió corresponder al aseo del refugio. También se conserva junto al acceso sur otra habitación que, por los restos conservados, podría hacer las veces de cocina, aunque quizás se utilizó para este fin cuando el refugio ya estaba fuera de servicio y fue usado como vivienda provisional. El suelo está formado por una potente solera de hormigón.
En relación al sistema de ventilación, se pueden apreciar en todas las paredes de las diferentes estancias respiraderos de sección circular que forman tres líneas paralelas en cada una de las bóvedas. Algunos de estos respiraderos fueron localizados en la parte externa del refugio al descubrir la solera de protección del techo. Todo el conjunto está recubierto por una potente capa de hormigón que rebasa el espacio ocupado por el refugio en sí.
La cota superior de la construcción se encuentra a 16,3 m sobre el nivel del mar.
En cuanto a la capacidad del refugio, daría cobijo a la mayoría de los vecinos del barrio, pues así parece atestiguarlo el hecho de que el acceso estuviera en plena calle y no dentro de un edificio privado. Tras la guerra, según testimonios orales, el refugio fue ocupado por diferentes familias y posteriormente las entradas fueron tapiadas, dejando una trampilla de acceso. Con la remodelación de la calle Ruaya el refugio ha quedado bajo el pavimento de la misma.

La Junta de Defensa Pasiva, creada por el Ministerio de Defensa el 22 de junio de 1937, fue el organismo encargado de la construcción de refugios antiaéreos. Se llegó a editar un folleto dando instrucciones para la construcción de los mismos y detallando mediante planos sus características fundamentales. Así, los refugios de nueva planta se construyeron intentando ajustarse al modelo prefigurado. Este hecho resulta muy evidente en los refugios escolares, donde se utilizan los mismos planos para todos ellos, cambiando el nombre del centro. En cuanto a los refugios particulares, la variación es mucho mayor, encontrándose soluciones muy distintas en función de las características de los solares donde se construyen.
Los refugios realizados a expensas de la Defensa Pasiva de la Ciudad fueron 41, tenían utilidad pública y estaban a disposición de todos los ciudadanos. En el año 1938, se dividió el casco urbano de Valencia en dos zonas para la construcción de refugios: la zona centro y la del ensanche y había 101 refugios en total, solicitándose unos 8 más en el mes de agosto de ese mismo año.
Los proyectos de construcción se presentaban en el Ayuntamiento y constaban de una memoria técnica y planos a escala de la planta, alzado y secciones de los mismos.
La distribución de los refugios en Valencia no fue homogénea, concentrándose la mayoría de ellos en el centro de la ciudad. También hay constancia de refugios en Massarrochos, Castellar, Marchalenes o en Patraix, pero no existe una lista oficial que permita saber con exactitud el número total de refugios construidos.
El listado más completo es el que aparece en el períodico La Fragua Social, de febrero de 1937, que identifica 77 refugios con su dirección y número de plazas. El estudio realizado por F. Taberner en el año 2002 consultando principalmente la documentación del Archivo Municipal, permite ampliar el número hasta 258.
La función principal del refugio era la de amortiguar el impacto de los proyectiles que se lanzaban desde los aviones. Por una parte debe neutralizar una acción directa que dependía del peso de la bomba y de la metralla producida por la explosión, y otra derivada de la anterior, que era los la protección de los efectos de la onda de explosión. Ello supone que el refugio disponga de una importante capa de protección en el techo construida mediante celdas de hormigón que se disponen en dos o más hiladas para actuar como amortiguador. Las celdas se rellenan en ocasiones con arena o, en algunos casos, algas para acentuar ese efecto. Por debajo se ponía el elemento más resistente formado por una losa de hormigón armado de 70 cm. de espesor como mínimo.
Constructivamente se distinguen dos modelos de refugios: el abovedado y el adintelado.
El modelo abovedado está pensado para construirse principalmente en jardines o patios de escuelas. Parten de unas medidas básicas de 14 x 28 m. y mayoritariamente son subterráneos, accediéndose al mismo mediante rampas o escalera dispuestas en los vértices contrapuestos, de manera que los accesos queden lo más separados posibles entre sí.
Sobre la bóveda se construía una gruesa capa de hormigón armado, y sobre ella, una capa de amortiguación del mismo material, quedando la cubierta plana a nivel de la calle. No obstante existen refugios que no están totalmente enterrados y la parte de protección sobresale unos dos metros sobre el nivel del suelo, posiblemente debido a problemas de excavación por el nivel freático.
El modelo adintelado se construyó mediante una losa de hormigón armado sustentada por robustos pilares. Las rampas de acceso siguen las mismas directrices que el modelo abovedado.
En ambos modelos se disponía de sistemas de ventilación con salidas a la superficie o también mediante ventilación forzada con maquinaria perfectamente calculada. En algunos casos había estancias de wc y cocina.
También había bancos corridos construidos de obra con mamperlán de madera o hierro adosados a las paredes que se utilizaban para sentarse la gente durante los bombardeos.
Exteriormente el refugio se marcaba mediante un rótulo con letras Art Decó que era fácilmente reconocible por la población. Del gran número de refugios existentes en Valencia (tanto privados como públicos) la mayoría han ido desapareciendo con la construcción de nuevas edificaciones.

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