Palacio del Marqués de Villores

Es un palacio renacentista, que conserva todavía la tipología distributiva del gótico. Situado entre medianeras, con fachada de sillería, cuatro líneas horizontales marcan las líneas de alféizares, impostas y dintel del entresuelo. Los vanos están recercados con pilastras con grutescos. La puerta, centrada y muy ornamentada, esta coronada por un escudo nobiliario. La rectangularidad de sus vanos, las ornamentaciones de motivos clásicos, marcan el inicio renacentista, pero todavía persisten algunos motivos que la vinculan con las postrimerías del gótico (decoración de las ventanas centrales, apoyo de la garita, etc.). La fachada es de planteamiento simétrico, excepto por la garita defensiva. Sobre la planta noble, la fábrica pasa a ser de mampostería, con tres ventanas de ventilación de la cambra, y un potente alero, con tres vuelos de teja y ladrillo.
La distribución interior corresponde al esquema gótico de la zona, con entrada de doble altura en donde se sitúa la escalera principal y las de acceso a los entresuelos (uno de ellos ha desaparecido).
Un arco rebajado de traza helicoidal es de destacar. Por la escalera se accede a la planta noble, en la que dos líneas de muro de carga perpendiculares a la fachada la compartimentan, formando grandes salones, utilizados en la actualidad como local comercial.
Cabe destacar el fumeral, propio de la zona, y las ventanas traseras, trabajadas. La cambra tiene un difícil acceso y no se utiliza en la actualidad. La planta noble está cubierta con entramado de vigas y viguetas de madera, algunas de gran tamaño, y artesonado del entresuelo que persiste.
En la parte trasera, un pequeño patio enmorrillado con dibujos y las construcciones relativas a un pozo y entrada de servicio.
(NORMATIVA DE PROTECCION. CATALOGO del PATRIMONIO ARQUITECTONICO SAN MATEO)