Dos Chimeneas en la Avenida Catedrático Soler
La salida sur de Alicante tuvo desde finales del siglo XIX edificios de carácter industrial que fueron construidos por diversas firmas; comprendían desde industrias conserveras a hilos. En esta línea se construyó la cerámica de Francisco Ramón Borja, de la que hoy restan tan solo las dos chimeneas, lógicamente fuera de servicio en la actualidad. Por su situación muy vinculada al paisaje del barrio de Benalúa, sector donde también hubo otra, hoy destruida, situada en el cuadrante noreste.
La construcción de esta cerámica supone el exponente por un intento de industrialización de la ciudad de Alicante que nunca llegó a progresar. En los primeros años del siglo XX se construyeron cerámicas en dos sectores urbanos, éste de Benalúa y, hacia el norte, a ambos lados de la carretera hacia San Vicente.
Producían tejas planas que, genéricamente, reciben la denominación de marsellesas; si bien con ligeras variaciones las que fabricaron y siguen fabricando las cerámicas locales que continúan la actividad constituyen el tipo llamado alicantinas, con que son conocidas en el sector de la construcción.
Estas tejas, de forma obviamente diferente a la curva, caracterizan las construcciones, principalmente industriales, que fueron realizados en las primeras décadas del siglo, en timbre impreso en la cara interior de cada pieza figuran tanto el nombre de la cerámica que los fabricaba, como el nombre de Alicante, en cuanto que lugar de procedencia. La conservación de estas dos chimeneas, como las que todavía hay en los Ángeles constituyen importantes elementos arquitectónicos de la memoria colectiva de esta ciudad y sus habitantes.
Por otra parte, desde el punto de vista plástico, donde interviene la forma, el volumen, el color, etc.; sin duda gozan de indudable interés, que hacen absolutamente recomendable su conservación y conveniente reintegración en la nueva trama urbana que se proyecta.
Las chimeneas se encuentran situadas en terrenos comprendidos al sur de la avenida del Catedrático Soler, concretamente en la prolongación teórica de las calles Alberola y arquitecto Guardiola que configuran, al norte de la citada avenida, el callejero del barrio de Benalúa.
Se trata de dos chimeneas de similares características formales y materiales, según el plano del arquitecto redactor del proyecto, a su vez reproducido en la citada publicación, la altura total de las chimeneas es de 24 metros. Consta también la referencia relativa a cotas de diversos niveles, 4 metros sobre el nivel del mar, 16 respecto a la calle Dr. Soler (como se llamaba en el momento a la actual de Catedrático Soler) y 25 respecto a la cota más elevada del citado barrio de Benalúa.
Están realizadas en ladrillos cerámicos, con predominio de los colores rojizos y pardos. Las bases son prismáticas y en ellas se encuentra la entrada de humos procedente del horno. Por encima continua el esbelto cuerpo que constituye propiamente la chimenea de sección horizontal circular. (S.Varela)
La geolocalización de los elementos está en proceso de revisión.