Chimenea Industrial Antigua Fábrica de ladrillos

La chimenea objeto de estudio formaba parte de una antigua fábrica de ladrillos ¿Ladrillera Bernardo Martínez¿, hoy en día desaparecida, y de la que únicamente queda este elemento arquitectónico y las naves de almacenaje.
La fecha de desaparición de la fábrica no figura en los archivos municipales así como tampoco existen referencias bibliográficas de la fábrica. La única referencia que se obtiene de fuentes orales y su pertenencia a D. Bernardo Martínez, oriundo de Museros.
Actualmente, la parcela en la que se ubica la chimenea fue adquirida por la empresa Cales de la Plana en 1997, estando ya la fábrica desaparecida.
La chimenea es una construcción exenta, de unos 25 metros de altura y estaría adosada a la antigua fábrica.
La base de la chimenea es cuadrangular con transición prismática. El fuste es octogonal dividido en 18 secciones mediante aros de hierro, que también cumplían la función de elemento de apoyo para las sucesivas reparaciones y limpieza de la chimenea. El fuste se encuentra rematado por una tulipa. La fábrica es de ladrillo.
Su estado de conservación es regular, presenta una ligera inclinación hacia el norte y necesitaría intervenciones de consolidación.
Este elemento arquitectónico está relacionado con el Patrimonio Industrial de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. En toda la comarca de L¿Horta, a finales del siglo XIX se construyen fábricas de ladrillos o ¿rajolars¿, documentándose en la primera mitad del siglo XX 14 fábricas en esta zona próxima a la ciudad de Valencia.
La tipología de estas construcciones constaba de un edificio, un horno de cocción, una chimenea exenta y naves de almacenaje.
El proceso industrial se dividía en cuatro fases: Preparación de la tierra y amasado, modelado, desecación y cocción. A finales del siglo XIX se generalizan los hornos continuos Hoffman.
El abastecimiento de materia prima se realizaba de canteras próximas, y así encontramos en la toponimia de la zona la partida ¿dels terrers¿ que alude directamente a la calidad del suelo.
Hacia la segunda mitad del siglo XX este tipo de fábricas fue abandonándose por un proceso de industrialización más moderno, quedando como únicos vestigios las chimeneas, de las que todavía se pueden observar 6 próximas a esta. (M.J. Maronda)