Las fiestas de Moros y Cristianos de la Comunitat Valenciana
Bajo la denominación de fiesta de Moros y Cristianos se agrupan una serie muy diversa de manifestaciones rituales, recreativas y festivas, que presentan como elemento común una confrontación simbólica mora y cristiana. Su principal argumento, de carácter teatral, se basa en el secuestro por parte de las huestes de la media luna, y posterior recuperación, por parte cristiana, de alguna imagen o motivo religioso. La función, con un esquema que se repite en la mayoría de los casos, concluye con el bautismo y conversión del musulmán.
La popularización de la fiesta y la participación en ella de todas las clases sociales y todos los sectores de la población, incluyendo la incorporación masiva de la mujer, la convierten en un auténtico fenómeno de masas y una verdadera expresión de la cultura de los pueblos, que implica a la casi totalidad de la población, infundiendo un sentimiento de identidad y continuidad que contribuye a promover el respeto por la diversidad cultural y la creatividad humana.
La fiesta, que ha sufrido un proceso de evolución a lo largo de los siglos hasta llegar a la celebración que hoy conocemos, tiene sus antecedentes más remotos en el siglo XII, en las representaciones de las luchas que rememoran la Reconquista cristiana.
En el siglo XVIII, aunque se documentan varios simulacros en diferentes localidades de la Comunitat Valenciana, ya eran frecuentes los festejos con alardes en las procesiones y las funciones de soldadesca, que consistían en exhibiciones de ruedas de banderas y salvas de arcabucería que acompañaban el paso de las imágenes de los santos patronos y eran realizadas por las milicias locales. En ocasiones, sus componentes divididos en dos bandos, moros y cristianos, simulaban una pequeña lucha para la posesión de una plaza o castillo.
A mediados del siglo XIX, con la industrialización, la fiesta se fue extendiendo por las comarcas de Sierra Mariola y los valles del Vinalopó, como una fiesta con origen en unos modelos previstos, pero nueva en forma y contenido. Es lo que se ha denominado la moderna fiesta de moros y cristianos, que nace en un contexto de cambio social y de ruptura con la sociedad tradicional. La burguesía es el nuevo motor de un nuevo modelo de sociedad liberal y participativa.