Ritual del Judas

Los judas son una de las manifestaciones antropológicas vinculadas
a la Pascua que han poseído mucho arraigo desde el pasado en la meseta
de Requena-Utiel, así como en todo el valle del Cabriel, aunque en
la actualidad solo sobrevive en unas pocas poblaciones. Son muñecos
de paja, que antiguamente también se elaboraban con las raspas del
orujo, siendo tradicionalmente confeccionados por los quintos y ¿desde
tiempos recientes¿ también por las quintas del año, usando ropas viejas
asociadas a faenas agrícolas. Su confección se realiza el mismo Sábado
de Gloria y pretende simbolizar el trágico final del apóstol traidor y
suicida. En el caso de Venta del Moro el ritual siempre se ha limitado
a la confección de un único judas, frente a otras poblaciones donde se
confeccionaban varios o muchos judas, o en otras localidades donde se
componen un judas y una judesa, dado que su materialidad incluye una
metáfora referencial hacia los malos comportamientos humanos en la
comunidad.
El ritual se inicia en el Miércoles Santo cuando los quintos y quintas
se juntan para confeccionar las enramadas que jalonan el paso de las
procesiones, principalmente la del Encuentro. La tarde del Sábado de
Gloria de nuevo se reúnen para confeccionar el judas. Tras la misa de
Resurrección, la noche del Sábado de Gloria inician el volteo manual y
el repique general de campanas. Durante toda la noche, el campanario
de la iglesia parroquial de Venta del Moro queda abierto para que cualquier vecino y allegados puedan participar en este rito sonoro, alegre y
juvenil iniciado a medianoche, de modo que formando diferentes grupos
van ascendiendo a lo alto del campanario para voltear por turnos las
campanas.