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Nit dels Fatxos

IGPCV
03.096-9998-000001
Denominación
Nit dels Fatxos
Municipio
ONIL
Comarca
L'ALCOIÀ
Provincia
ALICANTE
Ámbito
Creencias, rituales festivos y otras practicas ceremoniales
Datos de protección del inmaterial
Sección
Quinta
Clasificación
Bienes inmateriales 5ª
Datos de Declaración
Tipo de Protección
Incoación BIRL GVA
Fecha Firma Acto
20/04/21
Fecha Publicación DOGV
05/05/21 Ver DOGV
Tipo de Protección
Declaración BIRL GVA
Fecha Firma Acto
22/02/22
Fecha Publicación DOGV
09/02/22 Ver DOGV

La Navidad está asociada en Onil, en el interior de la sierra alicantina, a una milenaria tradición. Se trata de la Nit dels Fatxos, una invasión
de ramos de esparto encendidos y en movimiento, que son rodados por
sus portadores. Los fatxos están hechos a mano con esparto verde (que
es el más conocido, con el que se hace cuerda, capazos y aparatos de trabajo en agricultura) y seco cogido días antes de la noche de Navidad en
la sierra de Onil. El esparto seco, conocido como totxa (hojas de Stipa
tenacissima y Lygeum spartum), es el componente esencial del fatxo,
mientras que el esparto verde sirve para atar el ramo y finalizarlo con
un trenzado a manera de cuerda por donde se podrá coger, y se enciende
por la punta seca y se rueda haciendo molinillos hasta que se consume.
Esta tradición empezó como una celebración pagana; si analizamos
esta costumbre con visión retrospectiva parece claro su parentesco con
los fuegos solsticiales de invierno, con el fuego imitativo del círculo
solar, del renacimiento de la luz solar y con el sentido cultural del fuego
de los remotos ceremoniales ignitos. Posteriormente esta celebración
pagana se convirtió en fiesta religiosa cristiana en Onil, con el fuego
como elemento purificador y simbólico, transformándose en la actualidad en el inicio de las fiestas navideñas colivencas.
Como cada 24 de diciembre, día de Nochebuena, en Onil se celebra
la Nit dels Fatxos. Los fatxos son una ofrenda con clara procedencia
prerromana que forma parte de la historia y tradición del municipio.
Esta tradición centenaria comenzó como una celebración pagana que,
posteriormente se convirtió en fiesta religiosa cristiana, con el fuego
como elemento purificador, donde todos los años se rodaban fatxos con
el simbolismo de dar calor al Niño Jesús.