La processó del foc

Datos de protección del inmaterial

Sección

Quinta

Clasificación

Bienes inmateriales 5ª

Datos de Declaración

Tipo de Protección

Incoación BIRL GVA

Fecha Firma Acto

30/09/22

Fecha Publicación DOGV

13/10/22 Ver DOGV

Tipo de Protección

Declaración BIRL GVA

Fecha Firma Acto

09/01/23

Fecha Publicación DOGV

20/01/23 Ver DOGV

Se trata de una fiesta arraigada gracias, primeramente, a su transmisión natural por renovación generacional de la juventud local. Si a los inicios de la fiesta podemos adivinar un componente simbólico, salvífico o protector (los quintos celebraban la fiesta antes de entrar en filas), el rito del fuego aconteció un elemento iniciático y festivo, sobre todo después de la Guerra Civil, no exento de conflictos entre una Iglesia Católica refortalecida y mediatizada por el triunfo del dictador, y del poder político local, en manos del Movimiento, que quizás no veían con buenos ojos que la fiesta de la pólvora de Benifaió por excelencia permaneciera en manos de una juventud expuesta a excesos libertarios o a las dudas ideológicas. Ya se ha señalado también que el Concilio Vaticano II abrió la conciencia de la Iglesia hacia la juventud y hacia la cultura popular. El caso es que, a pesar de las tensiones sociales, la fiesta no ha dejado nunca de estar en manos del pueblo. La democracia nos ha facilitado vías de asociacionismo que han arreciado la fiesta y los poderes local se han involucrado en las realizaciones festivas, al tiempo que la iglesia acepta y apoya el protagonismo de la comunidad local en la fiesta de la Divina Aurora. Una fiesta con un arraigo reforzado, por otro lado, con la integración intergeneracional, la incorporación de la mujer y la ampliación a la participación de la comunidad local, que se ha desarrollado en los últimas décadas, y que se vivida y representada por esta comunidad local con un fuerte componente tradicional e identitario: sujetar un cohete con una tenaza de madera, encenderlo con la mecha y extender el brazo para iluminar las calles el día de la fiesta es una seña de orgullo identitario de todo benifayense o benifayensa. La comunidad local lo siente así, como lo demuestra el hecho que cada vez sean más los vecinos y amigos que se forman y se acreditan, a través de las asociaciones coheteras, para participar y vivir, cada 20 de agosto, una de las fiestas valencianas asociadas a los ancestrales rituales del fuego, un ritual tan arraigado que ha acontecido una señal de identidad para todos los que viven la fiesta del fuego año trás año. La protección patrimonial de la procesión del fuego de Benifaió tiene que servir para consolidar la fiesta y para trasmitirla a las nuevas generaciones. Y por eso hay que promocionar su estudio, con carácter científico, desde todas las vertientes: sociales, históricas, rituales, culturales y tradicionales. Hace falta también comprometerse en su divulgación a los ámbitos escolares, académicos y en la calle, con todos los medios posibles: publicaciones, exposiciones, conferencias¿, poniendo en relación esta fiesta ancestral e iniciática del fuego, con las fiestas que a lo largo de nuestro país y a otros comunidades del Mediterráneo, tienen y mantienen el fuego y la pirotecnia tradicional como alma y rito de la fiesta. Y creemos que el más importante es que la Procesión del Fuego de Benifaió es, entre estas manifestaciones culturales y rituales, tan propias de nuestras tierras, una de las pocas que excepcionalmente ha mantenido sus orígenes devocionales seculares, su desarrollo espacial y temporal, y su carácter ritual y simbólico. Es aun así, una fiesta viva, que genera el asociacionismo, que se renueva a cada generación, valorada por todos los agentes intervinientes, como ancestral rito de un pueblo mediterráneo que quiere conservar y preservar una de sus fiestas más sentidas y asegurar su transmisión al futuro. Por este motivo la comunidad que la protagoniza viene reclamando una protección patrimonial adecuada a sus características rituales, históricas, tradicionales, culturales y sociales.
Procesión religiosa de carácter secular, protagonizada por la presencia de elementos pirotécnicos (cohetes de salidas), encendidos durante su recorrido.
Comunidades o personas relacionadas con el elemento: Clavarios de la Divina Aurora, Ayuntamiento de Benifaió, Parroquia de San Pedro Apóstol de Benifaió, Asociaciones coheteras Penya el Coet y Associació el Xiflec, Clavariesas de la Virgen de Agosto, Comunidad local de Benifaió.
La procesión del fuego de Benifaió, acto central de la Festa dels Fadrins en honor a la Divina Aurora, acontece un ritual en el cual los clavarios o solteros del año, organizadores de la fiesta, junto con la comunidad local, procesionan ante la cruz usando miles de cohetes de salidas que son sujetados con tenazas a lo largo del recorrido procesional. La Procesión se desarrolla en la trama urbana de Benifaió, con salida y llegada en la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol, en la plaza Mayor de la localidad, haciendo el recorrido procesional conocido como la volta general. Este recorrido se reserva solo a la procesión que cierra el ciclo de las fiestas patronales, dedicada en Santa Bárbara, dos días después de la festa dels fadrins. La procesión se inicia a la puerta de la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol de Benifaió, en la plaza Mayor, y toma camino hacia la calle Nueva, calle de València, calle de Caballeros, calle de Alginet, gira por la calle de San Marcial, Ermita y Quevedo, y luego por las calles de San Fernando, Atarazanas, Portezuelas, calle del Ángel y Mayor, hasta llegar de nuevo a la plaza Mayor para volver a entrar a la iglesia. La trama urbana se corresponde a los límites de la población a finales de la Edad Moderna. La Procesión del Fuego se celebra al atardecer del día 20 de agosto, festividad de la Divina Aurora, dentro del marco temporal de las Fiestas Patronales de Benifaió, que se celebran actualmente en la octava de la Asunción de la Virgen, es decir, del 15 de agosto, festividad de la Virgen de Agosto, al 22 de agosto, festividad de la patrona local, Santa Bárbara.
Orígenes documentados o atribuidos: La Fiesta de la Divina Aurora de Benifaió se asocia desde inmemorial con la festividad de la Virgen del Rosario, que ya era la principal fiesta de Benifaió en el siglo XVIII. Estuvo instituida por los regulares dominicos de Llombai en el siglo XVII, como lo recordaba en 1770 el informe conocido como las Noticias de las Hermandades, cofradías, congregaciones, gremios y otras, y fiestas que celebran, con el coste en iglesia y demás exterioridades anuales. En esta fecha, se confirma que la adscripción a la cofradía se realizaba al cumplir la juventud los siete años (la edad de la razón) asociándose así secularmente a la fiesta de la juventud. Los integrantes quedaban inscritos en un libro registro de clavarios, bajo custodia de la parroquia. No requería ninguna aportación monetaria, a pesar de que la población convino la realización de varias fiestas del Rosario, a lo largo de los domingos de octubre, por lo cual se designaban doce clavarios, uno de los cuales organizaba la fiesta y se comprometía al pago a la parroquia de los gastos de la fiesta del primer domingo de octubre, incluido el sermón y los fuegos, documentándose así la antigüedad del uso extensivo de la pólvora. Para sufragar los gastos, se documenta que ya en el siglo XVIII los vecinos de todas las casas del pueblo aportaban siete sueldos, llegando a una recaudación de setenta libras, hecho que apoya el carácter absolutamente popular de la fiesta. La práctica del canto del Rosario de la Aurora, precisamente por estos jóvenes auroros, los domingos de octubre (al primero del cual corresponde la fiesta del Rosario) propició el cambio de la advocación de la fiesta del Rosario a la fiesta de la Divina Aurora, en fecha encara no conocida. Se documenta, todavía a los inicios del siglo XX (1903), que las fiestas patronales se celebraban la octava del Rosario, es decir, después del primer domingo de octubre, por influencia de la importancia de esta fiesta. El año 1910 se documenta por primera vez el uso de lanzamiento de cohetes de salidas en la semillas llamada Procesión del Rosario de la Aurora. Todavía en 1911, los clavarios se denominan los clavarios del rosario. La celebración festiva evolucionó, arrastrando la conmemoración de la fiesta de la Divina Aurora, junto al conjunto de advocaciones asociadas a las fiestas del pueblo, definitivamente en el mes de agosto, por evidentes cuestiones climatológicas, a partir de la segunda década del Novecientos. Así, la fiesta fue fijándose hasta la actualidad, dentro de la octava de Asunción, el día 15 de agosto, junto con la festividad de San Roque, San Cayetano, San Isidro (16, 17 y 18 de agosto), quedando el 19 de agosto como la víspera de la Festa dels Fadrins, el día 20 como la fiesta de la Divina Aurora y los días 21 y 22 como los de la víspera y la festividad, respectivamente, de la patrona Santa Bárbara. La procesión del fuego de Benifaió aporta la peculiaridad de estar configurada en una primera parte, ante la cruz, por los clavarios de la Divina Aurora del año. Actualmente, van acompañados por los clavarios que cumplen 25 y 50 años, y recientemente las clavariesas de la Virgen de Agosto. También participan las peñas el Coet i el Xiflec y en la actualidad todos los vecinos que lo desean, siempre que estén previamente acreditados como Consumidores Reconocidos como Expertos (CRE). Se resuelve, por seguridad, que los participantes visten con indumentaria propia de la cordà (ropa cerrada, gorro, guantes y ojeras). Cada cual de los participantes se acompaña de unas pinzas con que sujetan el cohete de salidas con trueno, que hace estallar a lo largo de todo el recorrido. Cada participante lleva un acompañante caixer, que se encarga de la seguridad, al llevar la carga pirotécnica dentro de unas cajas de madera con ruedas, y suministrar los cohetes, por cuestiones de seguridad.
Cohetes de salidas con trueno: Asociado históricamente a la idiosincrasia del pueblo de Benifaió, plaza cohetera de tiempo inmemorial. Conocidos históricamente como los cohetes de caña (ahora se fabrican de cartón) son ancestrales elementos pirotécnicos reconocidos en todo el territorio valenciano como voladores o borrachos, igualmente asociados a la celebración de cordaes en tantas fiestas de los pueblos valencianos (en Benifaió ya se documentan en 1925). Tradicionalmente en la procesión del fuego se lanzan a miles, principalmente cohetes de seis salidas con trueno.
Bengalas entrada: Empleadas para la entrada de la procesión, estas bengalas o cohetes de lujo se disparan junto con otros artefactos pirotécnicos, formando un arco de fuego y luz en la entrada, el momento final de la procesión, bajo el cual pasa la cruz y la imagen de la Divina Pastora, camino a la iglesia de San Pedro.
Tenazas y cajas: Elementos de seguridad para almacenar y disparar de forma controlada los cohetes borrachos, que se fijan a las grandes tenazas de madera de forma que el arco de pólvora encendida se dispone hacia el centro de la calle y el trueno estalla cara al suelo.
El día de la fiesta, antes de la salida de la imagen, los participantes se disponen por orden al primer tramo del trayecto, encabezando la comitiva los festers de los 50 años, los de los 25 años y los del año siguiente, seguidos por las clavariesas de la Virgen de Agosto y los vecinos y vecinas acreditados. Cierran la comitiva los miembros de las peñas coheteras y los clavarios del año. Siguiendo la tradición, el monaguillo enciende el primer cohete, seguido por los representantes institucionales (alcaldía, vicaria, reina de las fiestas, representantes de las peñas coheteras...) La larga fila toma la calle Nueva con una ya inacabable sucesión de fuego, ruido y olor a pólvora que rodea todo el pueblo. La cruz precede la imagen y detrás desfilan los representantes de la vicaria, las acompañantes de los festers y los feligreses, cerrando la comitiva la banda de música. Después de recorrer la volta general, llegada la procesión en la plaza, se dispara un castillo de fuegos de artificio, con la imagen de la Divina Aurora en la entrada de la plaza. Acabado el castillo, en el momento culminante de la fiesta, se celebra la entrada, cuando los festers, dispuestos en dos filas, encienden las bengalas de colores y la imagen es pasada por el centro en una arcada de luces doradas y de colores, al sonido de la música, el vuelo de las campanas y los enardecidos aplausos de una plaza atestada.

Calendario

La Procesión del Fuego se celebra al atardecer del día 20 de agosto, festividad de la Divina Aurora

Fotos