Núcleo primitivo de Borbotó

Como la mayoría de los poblados de la comarca, su origen proviene de una alquería musulmana, su topónimo proviene de Barr Abutur, que significa 'el suburbio de Abutur'. Este núcleo, con molinos y hornos, fue dado por Jaime I a Guillen de Caportella en 1238. Cedido por el 12 de noviembre de 1238 a la Orden del Temple. Fue repoblado por diversas familias, entre ellas la de Guillen Mir. Borbotó logro el título de 'lugar' en 1258, a esto se debe el aumento de su población. Desde 1312, perteneció a la Orden de Montesa (Bailía de Montcada), teniendo. Abolido definitivamente el régimen señorial, este núcleo llego a ser municipio independiente, con un centenar de casas y dos escuelas.

El 12 de diciembre de 1888, previa petición de los vecinos del lugar, Borbotó pasaba definitivamente a ser una parte más del término de Valencia.
Aunque nada queda ya que pueda recordar su pasado templario, en el pueblo destaca la Iglesia de Santa Ana, del siglo XVIII que dependió de la de Carpesa hasta 1942.

Las características morfológicas del núcleo de Borbotó son las tradicionales de un pequeño asentamiento agrícola en la comarca de L'Horta, consecuencia de la superposición de sucesivos ensanches urbanos habidos a partir de principios de siglo.
El casco urbano de Borbotó se sitúa entre las villas de Godella y Carpesa. Se trata de un núcleo compacto y nuclear, asentado en el cruce de varios caminos comarcales y locales que atraviesan la huerta circundante. Se configura entorno al Ayuntamiento que tuvo funciones de cárcel, con dos plazas principales, la de la Patrona, donde se asiente la iglesia, y la del Moreral, aunque existe una replaceta que recibe el nombre popular de 'Plaça de les Mosques', precisamente en el camino que une una y otra plaza, el resto del viario está constituido por estrechas calles prolongación de los caminos y sendas de la huerta, con un desarrollo de viviendas tradicionales configurando un núcleo orgánico.
El uso residencial domina la ocupación del suelo, siendo escasa la actividad comercial, si bien existen muchas plantas bajas destinadas a almacén para uso agrícola y otros, principalmente talleres, en la zona periférica. Así pues, la tipología edilicia predominante es la 'casa familiar', con parte de sus dependencias destinadas a la actividad agrícola. Las construcciones tradicionales son generalmente de dos plantas (vivienda-cambra, con corral y cobertizo trasero en la mayoría de los casos), dos crujías y cubierta inclinada a dos aguas de teja curva, las construcciones configuran manzanas de formas irregulares con fachadas a la calle principal de acceso y fachada de servicio a través del corral o cobertizo.
La parcela tipo de la casa tradicional es de forma rectangular y dispone de fachada de entre ocho y doce metros de longitud, que excepcionalmente puede reducirse hasta cinco metros, oscilando la profundidad entre dieciocho y treinta metros. Curiosamente las casas en esquina no están tratadas como tales, teniendo la configuración de una fachada como medianera, lo que hace suponer que posteriores aperturas de la trama urbana han incidido en el núcleo original. Este tipo de casas, siempre sin chaflán, responde a la a la tipología de casa de pueblo a una o dos manos.