Núcleo Histórico Tradicional de Ruzafa
- IGPCV
- 46.250-9999-000257
- Denominació
- Núcleo Histórico Tradicional de Ruzafa
- Municipi
- VALÈNCIA
- Comarca
- VALÈNCIA
- Província
- València
- Època
- S.IX-Actualidad
- Ús primitiu
- Residencial
- Ús actual
- Residencial
- Tipologia
- Infraestructures - Assentaments - Asentaments urbans - Centres urbans
El barrio de Ruzafa fue originariamente finca de recreo construida por Abd Allah al-Balansi (¿-823). La zona ajardinada de su alrededor se conservó y fue empleada como lugar de esparcimiento y parque público. Consta que en este lugar se celebró la capitulación de la ciudad entre Zayyan y Jaime I. Tras su anexión a la Valencia cristiana, sus jardines fueron transformados en tierras de labor, y las edificaciones musulmanas transformadas en alquerías. El ensanchamiento de la muralla de Valencia en el s. XIV, dejó extramuros a este núcleo rural convertido en arrabal de Valencia, con la que se comunicaba por un portal abierto en la muralla, Puerta de Ruzafa.
Con el derribo en 1865 de las murallas se produjo un crecimiento de la ciudad hacia el sur, englobando a este primitivo arrabal que perdió su autonomía municipal en 1877, pasando a ser uno más de los barrios de la ciudad de Valencia.
Con la promulgación de la Ley de Ensanche de las poblaciones de 22 de diciembre de 1876, se pone en marcha la gestación del Ensanche de Valencia, evidenciándose la complejidad en zonas ya construidas como el caso del poblado de Ruzafa, que dificultaba considerablemente el libre trazado de las nuevas alineaciones. Una imagen gráfica del estado de la edificación en Ruzafa en el momento de iniciarse los trabajos preparatorios para la elaboración del plan del Ensanche se muestra en el siguiente Plano topográfico de la ciudad de Valencia levantado por el Cuerpo del estado Mayor del ejército en 1882.
El proyecto de Primer Ensanche de 1887 llegaría hasta el límite del ex-pueblo de Ruzafa, siendo objeto finalmente de su posterior ampliación, proyectada por el arquitecto Francisco Mora en 1912.
De este modo, el primer planeamiento de Ensanche del barrio de Ruzafa corresponde al Proyecto de Ensanche de Valencia y Ampliación del actual de 1912, seguido del posterior Plan de Ensanche de la ciudad de Valencia, de 924, ambos de Francisco Mora Berenguer, en los que se fijan las nuevas alineaciones. Con este Plan se propicia la sustitución de las antiguas edificaciones del antiguo poblado por nuevos edificios que deberán ajustarse a las nuevas ordenanzas y a las nuevas alineaciones, formando manzanas con algunas limitaciones en un intento de mejorar la calidad higiénica de las viviendas. La construcción del Ensanche en esta zona se realiza, fundamentalmente, en las primeras décadas del presente siglo, con un notable incremento de las alturas a partir de 1925. La desaparición del trazado del Ferrocarril da lugar a la Avenida del Reino de Valencia impulsando el crecimiento en el entorno del antiguo poblado de Ruzafa, cuyo trazado se modificará bajo la presión de la trama rectangular.
Es con el planeamiento de desarrollo del Plan General de 1946, cuando queda definida la ordenación pormenorizada, grafiándose ya las profundidades edificables y dejando fuera de ordenación las antiguas calles de trama irregular que la atravesaban. Esta decisión queda ratificada en el Plan General de 1966 y posteriormente en el de 1988, vigente hasta el momento, que sigue consolidando esta configuración de Ensanche Protegido, con calificación ENS-2A, con profundidades edificables concretas. Algunas de las intervenciones más significativas en este sentido son la penetración de la prolongación de la calle Literato Azorín, que modifica definitivamente el trazado de la trama antigua seccionándola, así como la apertura de la calle Centelles o la aparición de la nueva calle Francisco Sempere, que dará lugar a un espacio regular donde se implantará el mercado de Ruzafa.
La cartografía histórica nos revela los caminos configuradotes del antiguo poblado de Ruzafa, origen de algunas actuales calles o fragmentos de ellas, entre las que destacan los ejes formados por la calle Ruzafa-Consulado del Mar-Maestro Aguilar, la calle dels Tomasos, la calle Carlos Cervera, así como calle General Prims-calle Canals o la calle Denia. Estas calles, tal cual las conocemos actualmente, se adaptaron a los antiguos caminos pero rectificando sus alineaciones y ampliando su anchura respondiendo a la planificación de Ensanche. Siguen siendo por ello los ejes vertebradores del núcleo histórico de Ruzafa además de importantes huellas históricas evocadoras del antiguo Arrabal del siglo XIX que muestran la evolución con la trama de Ensanche en esta parte de la ciudad.
Las edificaciones existentes ya no responden a la tipología del poblado antiguo de Ruzafa, la implantación del Ensanche da paso a la sustitución de casas unifamilires por edificios plurifamiliares, que con el tiempo han ido aumentando sus alturas llegando en la actualidad a alcanzar desde las 4 a las 8 plantas + ático, y manteniendo en muchos casos una tipología característica residencial digna de ser preservada. Entre la trama configurada destacan algunos edificios emblemáticos que podríamos considerar hitos urbanos, destacando en primer lugar la iglesia de San Valero, así como la iglesia de Nuestra Sra. de los Ángeles o el Palacete-Huerto de Ruzafa.
Suelo consolidado integrante de la ciudad tradicional. Se trata de una planificación de trama urbanística de Ensanche sobre un poblado existente que condiciona las alineaciones y donde las preexistencias tienen una gran importancia definitoria. Se trata de una trama de Ensanche singular, donde conviven las nuevas ordenanzas de edificación con un espacio público altamente evocador del antiguo poblado, diferenciándose totalmente del Primer Ensanche de Valencia caracterizado por la trama ortogonal, lo que le dota de una configuración espacial con personalidad propia y condiciones particulares de gran interés.
Destaca la organización urbana de este núcleo alrededor de la iglesia de San Valero, así como del eje formado por la calle Ruzafa, que une al barrio con el centro de la ciudad, y las calles irregulares de singular trazado. La constante percepción del campanario de la Iglesia de San Valero desde los diferentes recorridos del núcleo, dotan de gran calidad paisajística las distintas visuales. La relación entre el espacio libre y el construido es otro de sus valores singulares, ya que la necesaria adaptación del Ensanche al poblado antiguo genera calles y fondos de perspectivas de gran valor paisajístico. En relación a la edificación, se caracteriza por una arquitectura construida para la clase media y burguesa, a base de viviendas entre medianeras, recayentes a la calle y al patio interior de manzana, que ha ido modificando con el tiempo sus ordenanzas y variando su lenguaje formal a través de la utilización de nuevos materiales, alterando en gran medida su imagen y con ello la escena urbana, perdiendo valores intrínsecos desde un punto de vista patrimonial. Las ordenanzas del ensanche preveían la construcción de edificios de un máximo de tres plantas, pero las ordenanzas sucesivas han ido aumentando progresivamente dicha altura hasta llegar a 8 plantas en algunos casos. Estas recientes edificaciones conviven con ejemplos originales que mantienen el carácter arquitectónico propio de Ruzafa, caracterizado por un estilo historicista popular presente en todo el barrio, donde se mezclan edificios de estilo modernista con otros eclécticos, en los que se conjugan reelaboraciones procedentes de estilos consolidados: muestras neobarrocas, libres interpretaciones y las más diversas ornamentaciones, configurando un paisaje ambiental propio del barrio.
El barrio de Ruzafa y en concreto su núcleo histórico tiene gran importancia socio cultural dentro de la ciudad. La permanente relación, que ya se daba cuando no pertenecía a la ciudad, incrementada con su anexión y posteriormente reforzada debido a su proximidad al centro urbano, hace de este barrio un lugar destinado a primera residencia, con importante actividad comercial y cultural.
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